Me dirás que esta propuesta quizás no sea «así
de fácil», tan simple como llegar a casa y ponernos manos a la obra; pero probablemente también comprenderás que vale la pena apreciar
las múltiples creaciones que pueden nacer al
unir clavos, tornillos, piezas y herramientas diversas de metal que pensábamos habían agotado su vida útil.
Si te entusiasma los suficiente alguno de estos
proyectos, puedes buscar el soldador más cerCon clavos, tornillos y otras piezas de metal
cano —o el más amistoso— y, con todas tus piezas bien ubicadas, será solo un punto de soldadura aquí, otro allá… y en cuestión de minutos
nacerá tu obra metálica.
Quizás puedas intentar concebir alguna de estas ideas con un buen pegamento, de esas gomas tan «locas» que hasta pegan metal, aunque
imagino será con las piezas que tengan menor
peso. La invitación está hecha. Tú sabrás a cuánto puedes atreverte.
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